La mirada y la interpretación de Oscar Andrés De Masi, arqueógrafo

viernes, 25 de septiembre de 2015

Sepulcro de la marquesa pontificia Adelia María Harilaos de Olmos



Foto Fernando Leanza (2015)

Con el debido respeto, me he quitado el sombrero en aquel día gélido de agosto de 2015, y he ingresado al templo dedicado al Corazón Eucarístico de Jesús (Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón) frente a la Plaza Vicente López, Barrio Norte, ciudad de Buenos Aires. 

Allí, me detuve en silencio frente al sepulcro que guarda los restos de la marquesa pontificia Adelia María Harilaos de Olmos, quien destinó parte de la enorme fortuna que heredó de su marido,  a la edificación de esta iglesia y de tantas otras en todo el país.


Esta escena ocurrió durante el rodaje de la serie "Patronos y Herederos" y agradezco a las Hermanas Esclavas la amable autorización para obtener imágenes en el interior del templo, construido por la empresa de Andrés Millé.

La marquesa pontificia falleció en 1949 y fue su expresa voluntad (autorizada por el Gral.Perón) el ser sepultada en aquella iglesia tan entrañable para ella.

De paso, te comento algunos datos de la Congregación Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Es una congregación femenina que fue fundada en España a finales del siglo XIX. Las primeras religiosas de esa congregación llegaron a la Argentina en 1911.

Su carisma original puede calificarse como "reparador", vale decir, que su práctica piadosa de culto a Jesús Sacramentado se orienta a la reparación de los "pecados cometidos"... Pero también es una congregación misionera y educadora.
El vínculo con Adelia María Harilaos de Olmos comenzó allá por el año 1920, cuando ella no era aún marquesa pontificia, pero vivía a pocas cuadras sobre la avenida Alvear y era sumamente devota de Jesús Sacramentado.
Las religiosas ya habían comprado el terreno sobre la calle Vicente López y encontraron en Adelia María al mecenas para la edificación del templo, cuya obra, como te dije antes, se encomendó a la empresa de Andrés Millé (el mismo constructor del pintoresco "Barrio Millé" en Martínez, y el autor de los dos tomos acerca de la historia de la iglesia y convento de Santa Catalina de Siena en Buenos Aires).

Un dato adicional referido a un objeto que allí se conserva: en el sector del coro alto podrás observar una de las "hostias" gigantes que se colocaron en instalaciones y altares del Congreso Eucarístico Internacional del año 1934. Hay otra, similar, en la basílica de Santa Rosa de Lima, en la avenida Belgrano de la Capital.




Sepulcro de la marquesa pontificia María Unzué de Alvear





El sepulcro que guarda los restos de la marquesa pontificia María Unzué de Alvear, en la magnífica cripta de la Basílica dedicada a Santa Rosa de Lima, en la avenida Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires (proyecto del arquitecto Alejandro Christophersen).
La adquisición del terreno y la edificación del templo (de referencias bizantinas y neorrománicas, con un aire al Sacre Coeur de Paris) fue posible gracias a la enorme fortuna y a la munificencia de aquella dama sepultada en la cripta.

Es una tumba sencilla, con una lápida cuya epigrafía indica el nombre de la difunta, la fecha de su nacimiento (21 de noviembre de 1861) y la fecha de su muerte (18 de enero de 1950). Y debajo, la sigla  funeraria Q.E.P.D.

El relieve, por encima de la lápida, ejecutado en mármol de Carrara, representa la escena evangélica de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.
A diferencia de Adelia María Harilaos de Olmos, sepultada en la Iglesia del Corazón Eucarístico de Jesús, M.U.de A. no consignó en su tumba su título de marquesa pontificia.

Aprovecho este viaje al sepulcro de M.U. de A. para contarte algunos datos de la Basílica dedicada a Santa Rosa de Lima.
Fue inaugurada el 12 de octubre de 1934 (en aquella época Colón no era una figura vergonzante...) y bendecida por el cardenal Eugenio Pacelli (luego Pío XII) que estaba en Buenos Aires como Legado Papal ante el Congreso Eucarístico Internacional que se celebraba en esos días.
Ya desde 1913 los vecinos de aquel barrio porteño tenían intención de adquirir un terreno y levantar un templo dedicado a Santa Rosa de Lima, la santa peruana que había sido declarada "Patrona de la Independencia argentina" por el Congreso de Tucumán, en 1816. Esta dedicación patronal del templo explica la presencia, en la fachada, del escudo peruano junto al escudo argentino. No dejes de observarlos.
Pero, fue decisivo el aporte, ya no de una patrona celestial, sino de una matrona terrenal, para obtener el terreno y levantar el templo. Me refiero, obviamente, a María Unzué de Alvear, sepultada en la cripta (no sin un episodio bizarro durante su funeral, que te contaré más adelante).
El proyectista del edificio fue el célebre arquitecto Alejandro Christophersen y es destacable la calidad constructiva y de detalle. La obra fue iniciada en 1926, de modo que tardó en ejecutarse unos ocho años.
Si me preguntás por el estilo, te diría que es una mezcla de románico y bizantino, con mucho de "neo" en ambos casos. Así operaba el gusto ecléctico en Buenos Aires. Tiene, sin duda, un aire  al Sacre Coeur de Paris.
En el exterior llama la atención el contraste de colores entre el muro de ladrillos y la cúpula central y las dos pequeñas cúpulas laterales.
El color verde de la cúpula se debe a que se colocaron tejas de cobre que fueron adquiriendo esa pátina verdosa. Tené presente que el cobre se oxida pero no se corroe, de modo que resulta un material virtualmente indestructible. ¡Bien pensado por el proyectista!
Si observás la espacialidad interior, verás la gran cúpula apoyada sobre 18 columnas (siempre me pregunté si era un número aleatorio derivado del cálculo estructural, o era un número simbólico... no lo sé) de mármol llamado popularmente "cipollino". ¿Por qué? Porque las vetas verdes sobre el fondo blanco lo asemejan a la piel de la cebolla.
Para el piso y las bases de las columnas se utilizó mármol llamado "Napoleón", de aire bien funerario, extraído de la isla de Paros en Grecia. Es el mismo tipo de mármol que se empleó en la tumba de Napoléon Bonaparte.
Un objeto curioso y con memoria propia lo podrás ver en el sector del sagrario, es una de las enormes "hostias" que se colocaron en las instalaciones y altares durante el Congreso Eucarístico del año 1934. Podés observar otra similar en la iglesia del Corazón Eucarístico de Jesús, en la calle Vicente López.

En cuanto a la cripta donde se ubica el sepulcro de la marquesa pontificia (y de su marido), su tamaño es francamente abrumador. Diría que es la cripta más espaciosa de Buenos Aires (aunque debería chequear esta percepción con el sumo pontífice de la arquitectura ecléctica porteña... o sea, con Julio Cacciatore. Cuando lo vea, le pregunto).




jueves, 27 de agosto de 2015

Tumba Templaria


Tumba de Facundo Quiroga




Ante esta tumba y en este cementerio, me interesa recalcar el valor mediador del patrimonio monumental en la construcción de la memoria nacional. Porque el patrimonio monumental nos permite releer la historia argentina en clave reconciliadora. A los pies de los monumentos (y más todavía de los monumentos sepulcrales) se cierran las polémicas y permanece el valor fundante y arbitral de la memoria y el tributo.
Y fijáte cómo, aquí, en el cementerio de Recoleta, que tiene en algún punto el significado  simbólico de un "panteón nacional", encuentran su última morada, a pocos metros unos de otros, aquellos argentinos que, en vida, fueron adversarios y hasta enemigos... a muerte...

Pero vamos a referirnos brevemente a Facundo Quiroga, quien, para Sarmiento, encarnaba en grado sumo una barbarie caudillesca poco menos que vomitada por el Averno... Pero ¿era tan así? Una relectura más serena de la figura de Quiroga lo muestra como un guerrero valiente y un líder de gran cultura, con gestos de hidalguía caballeresca (como cuando devuelve intacta a la esposa de Lamadrid, exiliado en Bolivia...o cuando visitó a Rivadavia en el buque en que regresó al país y del cual no pudo desembarcar).
Un sano revisionismo lo rehabilita y sostiene que sólo fue cruel por necesidad de una guerra... cruel...

Acordáte, de paso, cómo Jorge Luis Borges recordó su trágico final en aquel poema "El General Quiroga va en coche al muere"...



Quiroga fue cobardemente asesinado en Córdoba (Barranca Yaco, 1835) y sus restos quedaron, primero en aquella provincia. La viuda reclamó el cadáver y Rosas lo mandó traer a Buenos Aires, primero a Flores por pocos días, y luego a la Recoleta, en el marco de exequias solemnes.
En su sepulcro (que está detrás de mi, en la foto), situado muy cerca de la entrada, a la izquierda del camino principal del enterratorio, se destaca la escultura llamada "La Dolorosa", que es obra del artista italiano Tantardini (podés ver otra obra suya, magnífica, en la sala Guerrico del Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires). La pieza, cuya serenidad vertical asume la tragedia implicada en ese sepulcro, fue ejecutada en mármol de Carrara, en Milano.

Te quiero contar un episodio curioso: en 1877 la estatua fue, literalmente "enlazada" por unos jinetes que ingresaron al cementerio y pretendieron derribarla, para agraviar la memoria de Facundo. Para evitar otros atentados, sus descendientes, los Demarchi, resolvieron ocultar el ataúd de Quiroga, parado, detrás de una pared de la bóveda.. De este modo se cumplió aquel dictum que anunciaba que Quiroga seguiría erguido y de pie ante sus adversarios, incluso tras la muerte...

Te ofrezco, además, unas imágenes de mi colección privada, que muestran la singularidad de este monumento sepulcral y la prestancia de su expresión estatuaria, en tiempos anteriores del cementerio de la Recoleta, bien despojado por entonces. No en vano se ha dicho que esta Dolorosa fue la primera obra artística emplazada en el enterratorio del Norte.






Tumba de Carlos Gardel


























Mientras rodaba un capítulo de la serie "RecorreMonumentos", ante el mausoleo que guarda los restos de Carlos Gardel y de su mamá  Berta Gardes, en la Chacarita (fue en el año 2014), se me acercó el grupo de turistas franceses que ves en la foto, preguntándome "´-¿Oú est la tombeu de Charles Gardel?-".... Fue un encuentro simpático porque hablamos acerca de Gardel, a quien conocían, y coincidimos en el dato de su nacimiento allá en Toulouse, en Francia (y no en Tacuarembó, como sostienen algunos delirantes amigos uruguayos).
Lo cierto es que la tumba de Gardel que estás viendo, fue declarada sepulcro histórico nacional a raíz de una gestión que inició el Centro de Estudios Gardelianos ante la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y  Lugares Históricos. Tuve el honor de despachar ante el comité ejecutivo de la Comisión esa carpeta, que contó con el apoyo del entonces presidente, mi querido amigo (y gardeliano él también) Alberto S.J. de Paula. En suma, fue la primera declaratoria monumental nacional de un sepulcro perteneciente a un artista popular (a diferencia del repertorio habitual de tumbas de guerreros, de estadistas, de clérigos, de damas patricias etc)...de la excelencia de Gardel.
La construcción fue inaugurada en el año 1937 para alojar los restos de Gardel que habían sido repatriados en 1936. Tiene lineamientos art-decó, muy sencillos. Pero quiero destacar tres piezas artísticas de bronce allí colocadas y muy visiblemente, todas ellas obra del escultor marplatense Manuel Alejandro de Llano: 1.La estatua de Gardel, sonriente, de pie, en pose "canchera" , triunfal y optimista; 2.La alegoría del duelo de la música (una lira rota y el velo de los funerales antiguos sobre la faz  indican ese gesto luctuoso); 3.Una placa ofrendada por Armando Defino, amigo y manager de Gardel.
Acerca de este monumento, de sus valores patrimoniales tangibles e intangibles y de los rituales urbanos que allí se verifican he escrito un trabajo con el título de "La última esquina de Carlos Gardel. Historia y estética de su mausoleo" que prologaron Alberto S.J.de Paula, Enrique Espina Rawson y Natalio p:Etchegaray. Se publicó en el año 2007, en noviembre, en coincidencia con el 70º aniversario de la inauguración del mausoleo.En pocos días vas a poder consultar el texto íntegro en este mismo blog. Tené paciencia...




Tumba de Jorge Newbery





Lo que te muestro ahora es el mausoleo del Ingeniero Jorge Newbery en el cementerio de la Chacarita, inaugurado en 1937, con motivo del traslado de los restos del pionero de nuestra aviación, que había muerto en 1914 y fue sepultado, primeramente, en la Recoleta, en una bóveda prestada (en texto separado podrás leer detalles de sus funerales)
El conjunto escultórico principal, ejecutado en bronce y según los cánones académicos del "verismo", pertenece al escultor argentino Hernán Cullen Ayerza. El monumento funerario se costeó con una suscripción popular y sufrió diversas vicisitudes que lo desajustaron respecto del más ambicioso proyecto original con el cual HCA ganó el respectivo concurso. En unos días te daré más información.
Pero me interesa, de momento, compartir contigo una interpretación absolutamente personal de este monumento. Vamos a analizarlo:
1.Lla figura humana yacente, magnífica, donde resaltan los valores de claroscuro en los planos de la piel y músculos  (no hay dudas de su adscripción "verista" como dije arriba) representa a Newbery, que, post mortem,  ha sufrido aquello que los griegos y los romanos llamaban una "metamorfosis", es decir, una transformación física. Es una especie de Dédalo o Ïcaro caído, cuyos brazos han mutado en alas. No te olvides que Newbery falleció en un accidente de aviación en Los Tamarindos, Mendoza.
2.Newbery está caído a los pies de un peñón andino, vale decir, que no pudo concretar la hazaña que estaba a punto de lograr, de cruzar los Andes en aeroplano. Por esa razón se hallaba en esos días de febrero de 1914 en Mendoza, efectuando mediciones de vientos y demás variables en el terreno.
3.Sobre el peñón se posan cinco cóndores andinos con expresión de sorpresa ante ese cadáver semihumano. De los cinco cóndores, cuatro se hallan más o menos agrupados, y el quinto se separa del grupo...
Siempre me llamó la atención esta disposición de las aves en el peñón...
¿Fue un capricho del escultor? ¿Obedeció a un motivo compositivo predeterminado?
Conociendo a Cullen Ayerza y su inclinación por la ironía y el doble sentido tras la realidad visible, no debía descartar, iconológicamente como diría Panofsky, una lectura interlineal del tema. Y, en efecto (y aquí está mi interpretación personal y enteramente empírica) tras mirar y mirar decenas de veces el conjunto (en especial desde cierta distancia y en el eje que ves en la foto) pienso que  el peñón y los cóndores son, en realidad, una mano gigante  con sus concho dedos que se cierne sobre el héroe derrotado. Como si la mismísima cordillera hubiera arrebatado a Newbery con la mano de un destino trágico.
La separación del quinto cóndor  obedece, así, a la lógica anatómica de ubicarse como el pulgar oponible de una mano.
He aquí "mi" interpretación. Te invito a construir "tu" interpretación. Si visitás el sitio (y, de paso, rendís tributo a Newbery), tanto mejor.








Tumba de la Beata Ma Antonia de Paz y Figueroa